Hace aproximadamente dos meses, las autoridades del Instituto de Protección Civil y Ambiente de Chacao tomaron la decisión de retirar los cestos para desechos caninos instalados en 2006. La ingeniera Ana Liz Flores, directora del instituto municipal, dijo que los dispositivos fueron removidos por razones de salud pública.
"Las papeleras fueron retiradas porque se convirtieron en un elemento de insalubridad. Algunas personas colocaban los excrementos sin bolsas y muchos vecinos expresaron molestia", afirmó la ingeniera.
Flores indicó que reinstalar los cestos para desechos caninos en todo el municipio sería muy costoso e innecesario, por lo que piensa que no será viable. Informó que tienen en agenda el lanzamiento de una campaña de educación ciudadana dirigida a dueños de animales domésticos.
"Estamos redefiniendo el proyecto y, ciertamente, vamos a relanzarlo, pero más que colocar papeleras, estará orientado a enseñar a la gente a hacerse responsable por los excrementos de sus mascotas. Necesitamos que los dueños de perros entiendan que se trata de un tema de convivencia y salud pública", dijo la directora.
Posiciones contrarias. La remoción de los dispositivos, que se ha ejecutado paulatinamente, ha generado controversia entre los habitantes del municipio. "Las papeleras no estaban cumpliendo su función. La gente colocaba hasta pañales en los botes y, la verdad, creo que fue mejor que las retiraran", señala Rafael Guerra, vocero de la Asociación de Vecinos de Los Palos Grandes.
Quienes respaldan la posición de Guerra esgrimen argumentos más o menos similares a los expuestos por él; sin embargo, no todos los vecinos piensan así. Algunos dueños de mascotas y defensores de los animales creen que si bien las papeleras para desechos caninos que se encontraban en el municipio no estaban funcionando como debían, la solución no era eliminarlas permanentemente.
Ana Gillet, vecina de los Palos Grandes y dueña de tres perros, es de las que cree que las papeleras deberían volver a instalarse. Sin embargo, indica que de ser colocadas otra vez, el número de dispositivos debería ser superior al anterior, pues no eran suficientes.
Guerra agrega que es necesario invertir en educación ciudadana y que en parte el proyecto de las papeleras para residuos caninos fracasó porque la gente no sabía cómo emplear adecuadamente el recurso que les suministraron. "Hace falta invertir en educación, decirle a la gente para qué son las cosas", sentenció.
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