lunes, 21 de mayo de 2012

Caracas se llena de concreteras


Marbella Véliz sacude el polvo de los cuadernos de su hija cada tarde al volver de la escuela República Bicentenaria, ubicada en San Agustín, frente a la planta de concreto que surte las obras de la Gran Misión Vivienda en la avenida Bolívar, donde construirán más de 700 apartamentos.

La semana pasada los niños del plantel perdieron clases porque una fisura en uno de los silos de la planta generó un nubarrón de polvo de cemento, que obligó a las autoridades a regresar a los 514 alumnos a sus casas.

Desde hace tres meses la planta está allí. Las alergias, los cuadros de asma, tos y bronquitis se han multiplicado en constancias médicas que abultan las cifras de ausentismo escolar. Lorena Yerena fue el jueves pasado a llevar el justificativo por la ausencia de Luisana, su pequeña de 6 años. "Ella sufre de las adenoides, no puede estar entre tanto polvo".

Pese a la denuncia de los padres, la actividad en la planta continúa. Los camiones trompo tomaron parte de la calle; las maquinarias no paran. Los representantes exigen que se mude la instalación o que trabaje fuera del horario escolar.

Sin permiso. Los silos de cemento han crecido por toda la ciudad, en varias zonas residenciales, donde el descontentó vecinal fraguó como el concreto. Caracas, por la emergencia de viviendas decretada en 2010 y por la premura de inauguraciones de obras en un año electoral, está en intensa construcción.

Este año, vecinos de San Agustín, Chuao, Santa Mónica, Colinas de Vista Alegre, La Rinconada, La Paz y Montalbán empezaron a convivir con estas instalaciones, pero hay vecinos que luchan contra el polvillo desde hace tiempo.

Desde hace tres años, Santa Eduvigis tiene de vecino a Odebrecht, que construye la Línea 5 del Metro. En ese tiempo, Vilma Garbán da cuenta de una neumonía que sufrió en 2010 y requirió 3 días de terapia intensiva y 10 de hospitalización, el principio de bronquitis de su hermana y la reciente faringitis granulosa de su mamá.

El apartamento donde vive, de enormes ventanales con vista al parque Generalísimo Francisco de Miranda, se mantiene cerrado. Las habitaciones están dotadas de purificadores de aire, siguiendo la recomendación médica. "El médico me dijo: 'O te mudas o te encierras'".

Los cuentos de bronquitis, de tos prolongada, alergias, asmas y noches de insomnio en apartamentos donde los reflectores de la ruidosa planta alumbran directamente las habitaciones se repiten en los encuentros de pasillo de los edificios que colindan con la concretera, que trabaja a toda hora.

Mariana Fuentes ha documentado los casos de al menos 15 niños de un Simoncito que funciona al lado de la planta, que han sufrido de enfermedades respiratorias. Además, diseñó una campaña basada en un muñeco que representa una partícula de aire contaminada.

Los vecinos acopian desencuentros con la concretera. La instalación se hizo sin estudios de impacto ambiental ni permisos municipales. La Alcaldía de Sucre negó los permisos en una comunicación del 20 de julio de 2009. La autorización del Ministerio del Ambiente llegó luego de entrar en funcionamiento.

Por la presión de los vecinos lograron fijar una fecha de mudanza para 2011, que se prorrogó por dos años más. "El convenio que firmamos con la alcaldía y la empresa no se ha cumplido del todo. La calle se mantiene llena de polvo, deberíamos reunirnos con frecuencia y nunca pasa. Queremos que fijen un cronograma de mudanza de la planta", dijo Fuentes.

A finales del año pasado, se hicieron mediciones del aire en la zona. En el informe elaborado por Enviorotec, laboratorio escogido por Odebrecht para el estudio, reveló que el aire está "moderadamente contaminado". El informe señala que los niveles de partículas suspendidas en el aire exceden los límites permitidos en el Decreto 638 sobre calidad de aire y contaminación.

Colapso de servicios. En Santa Mónica, Montalbán y Vista Alegre comparten una misma preocupación. El martilleo, el corneteo de las gandolas, el polvillo de la construcción es una incomodidad constante, pero saben que pasará. Más allá de las concreteras, a los vecinos les preocupa la insuficiencia de los servicios y el futuro de sus comunidades.

Filipo Maniscalco, vecino de Montalbán III, cuenta que en la zona hay 2 concreteras instaladas hace 4 y 2 años, y otra en proceso de instalación. Pero los problemas de colapso de los servicios, por los urbanismos que ya han construido, comienzan a padecerlos ahora.

"El supermercado y el banco están full todo el tiempo y estamos viviendo racionamiento de agua la mitad de año. No hay nuevas escuelas ni estacionamientos. Acá se mudarán entre 4 mil y 5 mil personas sin que se hayan mejorado los servicios", señala Maniscalco, que representa a la organización Lucha Montalbán.

En un terreno donde los vecinos aspiraban construir una casa comunal, levantan más torres de apartamentos. "El terreno tiene un acuífero por debajo. Allí hay un pozo que utilizaba Hidrocapital y que ahora están intentando sellarlo a punta de concreto".

Desde Santa Mónica, Italia Bevilacqua se pregunta cómo va a soportar la avenida intervecinal el flujo de transporte que traerán 800 nuevos apartamentos que levantará el Gobierno. La vecina tiene varias grabaciones en su celular del ruido de la cementera de la Oficina Presidencial de Proyectos Especiales. El corneteo no cesa ni de noche ni de día. Los camiones de cemento se quedan atascados en las curvas de la estrecha vía.

Sesto: Le han metido miedo a la población. Hace dos semanas el ministro para la Transformación de la Gran Caracas, Francisco Sesto, respondió en una rueda de prensa a los reclamos de los vecinos de Chuao y otros sectores de Caracas contra las concreteras.

En el encuentro aseguró que las plantas de concreto no contaminan. "Una cosa es una fábrica de cemento y otra es una planta de concreto", explicó. El ministro dijo que la preocupación de los vecinos ha sido incitada por los medios de comunicación. "Han generado miedo en la población con relación al tema de las plantas de concreto, hablan de daños ambientales que sólo aplican a fábricas".

Señaló que la planta instalada en La Carlota, que producirá entre mil y 2 mil metros cúbicos de cemento para la construcción del parque y la Gran Misión Vivienda, es de la más alta tecnología china. Los 6 silos tienen filtros que garantizan que las partículas de polvo no se dispersen. Venezuela compró a China 6.025 maquinarias para obras.

FLORANTONIA SINGER| Últimas Noticias

No hay comentarios: