El parque Generalísimo Francisco de Miranda siempre es una opción para los que se quedan en Caracas durante los asuetos, pero este año quienes opten por visitarlo en Carnaval se encontrarán con que el Planetario Humboldt tiene dos meses sin prestar servicio. Los botes en el lago, junto al buque Leander, no funcionan desde diciembre y el paso por las áreas ornamentales Los Azulejos, La Cortina de Agua y Los Muros Rojos está restringido debido a trabajos de rehabilitación que adelanta Pdvsa La Estancia.
Pasando la concha acústica, lo primero que verán los visitantes del parque es una valla que anuncia los trabajos de Pdvsa, que incluyen tratamiento fitosanitario de la vegetación, recuperación del sistema eléctrico e hidráulico de la cortina de agua e incorporación de sistemas de alumbrado, sonido e iluminación.
Los alrededores del planetario lucen solitarios. Cuando los usuarios se acercan al lugar se encuentran con un papel pegado al vidrio, junto a los horarios de las proyecciones, que indica la suspensión de las actividades debido al mantenimiento del proyector Zeiss. Los trabajadores de la institución adscrita al Servicio de Hidrografía y Navegación de la Armada Bolivariana desconocen cuándo volverán a prestar servicio: “Quizás sea para finales de febrero o principios de marzo”.
En el lago de botes tampoco se observan los barcos de pedal. En cambio, muy cerca de allí, las visitas guiadas en el Leander se realizan con normalidad. El 20 de enero, el ministro del Ambiente, Cristóbal Francisco Ortiz, anunció que el buque permanecería cerrado al público hasta el mes de abril debido a trabajos de rehabilitación. La medida hasta ahora no ha sido ejecutada. Una de las guías de la atracción informó que será a finales de mes cuando empiecen los trabajos de restauración que podrán extenderse de tres a cuatro meses.
Servicios activos. Además del Leander, otra de las atracciones del parque que funciona con normalidad es el Terrario. La entrada para apreciar las 50 especies de reptiles exhibidas cuesta 9 bolívares.
El aviario y otros animales como los caimanes, los monos y la laguna de los patos también pueden ser visitados.
David Castro y Francis Blanco están de visita en Caracas por la temporada. Son de San Cristóbal y aseguran que cada vez que vienen a la capital del país visitan el Parque del Este. Lo que más extrañaron durante su paseo fue a los orientadores: “El parque sigue siendo una opción, pero ha decaído mucho y los servicios ya no son como antes”, afirma Blanco.
Narquis Márquez también lo sigue considerando una opción para llevar a sus hijos. “Es una alternativa para que los niños jueguen al aire libre, lo malo es que hay más tierra que grama”, opinó.
Sequía: El marrón opaca el verde en el Parque del Este. En muchos sectores la grama está seca y en otros ni siquiera crece la hierba. Los empleados de mantenimiento lo atribuyen a la sequía. Sin embargo, Raquel Schaffernorth, del Comité de Usuarios para el Rescate y Defensa del Parque del Este, asegura que esa es una excusa: “No se trata de un hábitat natural, al ser un parque debería estar verde todo el tiempo. Constantemente vemos que invierten grandes cantidades de dinero en sistemas de riego para el parque, pero no vemos los resultados. Con frecuencia escuchamos que los usuarios comparan el parque con el Centro de Arte La Estancia. Al indagar nos enteramos de que allí, para un jardín de 2 hectáreas, cuentan con 7 jardineros; en cambio, para el resguardo de 77 hectáreas en el Parque del Este, hay 3 jardineros”.
Schaffernorth agrega que el lugar ha perdido su esencia: “No hay una actividad en la cual se aproveche el valor más grande que tiene el parque, que es la botánica. La señalización con las descripciones se ha perdido, y nosotros nos hemos convertido en usuarios depredadores”.
EMILY AVENDAÑO
10 DE FEBRERO 2013 El Nacional
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