La proliferación de asentamientos ilegales en el Parque Nacional Warairarepano ha causado el incremento de hechos delictivos dentro de este espacio verde, tala y quema indiscriminada de arboles y caza furtiva, según denunció Cristina Vaamonde, directora del grupo Una Montaña de Gente.
"Las invasiones han aumentado en la vertiente sur del parque, la que apunta hacia el valle de Caracas, en los sectores este y oeste", acotó.
Vaamonde agregó que precisar cifras sobre este fenómeno es difícil, pues no se está recabando la data necesaria. Pero según datos, de septiembre de 2014, al menos el 10% del Parque Nacional estaría tomado de manera irregular. "Actualmente tenemos reportes de ciudadanos, cada vez mas frecuentes, quienes aseguran que están invadiendo cada vez más arriba".
En la zona oeste de la capital los asentamientos ilegales se extienden desde los sectores aledaños al Camino de los Españoles y hacia Cotiza.Y en la zona este van desde el Terminal de Oriente hacia Guarenas y Guatire, y en algunos casos se extienden hasta Birongo.
La ambientalista destacó la importancia de respetar las cotas máximas que existen el Área Metropolitana para edificar inmuebles. "En el caso de Caracas, la cota mil es el nivel máximo en donde se puede construir edificios. Lo que esté por encima de esto es una construcción ilegal".También sostuvo que construir por encima de estos límites pone en riesgo a los habitantes de dichos sectores. "Estas cotas se han fijado así porque la pendiente de la montaña es mucho mas pronunciada a partir de allí y esto podría representar un riesgo para sus habitantes en caso de deslaves y derrumbes".
La ecologista agregó que estas construcciones además de comprometer la variable sísmica de la montaña; causan afectaciones en la calidad del agua, aire y patrimonio ambiental.
Por su parte, Marlene Sifontes, miembro del Sindicato de Trabajadores de Inparques, señaló que "el crecimiento de la franja de invasiones en el Warairarepano es responsabilidad del Estado y que éste ha dejado en abandono las políticas dirigidas a la protección del medio ambiente".
Al mismo tiempo, denunció que la constante rotación del personal de guardaparques deja desprotegidas zonas del pulmón vegetal y, por allí, los invasores trasladan los materiales de construcción.
Tanto Vaamonde como Sifontes, denunciaron el ecocidio que estaría teniendo lugar en el sector San Isidro de Galipán, donde se están construyendo viviendas sin respetar las normativas internas del parque.
Durante febrero de 2015 el Gobierno de Distrito Capital realizó el desalojo de 350 familias que, ilegalmente habitaban en el Warairarepano, y en aquel entonces fueron llevados a refugios. Pero luego de los desalojos realizados en el sector Canaima, no se ha registrado nueva reubicación de invasores.
Las especialistas exhortaron a las autoridades estatales retomar las políticas públicas destinadas a resguardar el patrimonio natural.
IRENE SARABIA M. |
EL UNIVERSAL viernes 28 de agosto de 2015
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