domingo, 9 de enero de 2011

La renovada plaza Bolívar de Chacao conserva su esencia


Un viernes cualquiera, Manuel y Salvatore intercambian cartas en la tranquilidad del mediodía, como lo han hecho desde hace más de 50 años. Sí, aunque suene extraño, esa paz que emana la Plaza Bolívar aunque sea pleno día, los ha convertido en asiduos visitantes a ellos y muchos vecinos más.

"Nos gusta venir, pasar el rato, así como lo estamos haciendo... ¿qué te puedo decir de los arreglos? Para mí, mejor imposible, aunque todavía queda algunas cositas por hacer", dice Manuel Ferrer sin muchas intenciones de retirar la mirada de esa carta que le puede hacer ganar la partida.

Hace poco la Alcaldía de Chacao presentó los cambios en la plaza, cuya construcción se remonta al año 1767. A finales del 2010 la plaza mostró su cara remozada con nuevos sistemas de drenaje, rampas peatonales, se eliminaron las estructuras tubulares verdes, se restauró la estatua que le da nombre a la plaza y también se instalaron nuevos sistemas de iluminación y riego.

"A mi me encanta salir un momento de la casa, ponerme a leer, relajarme un poco, y este espacio es muy sano, siempre está vigilado y la gente que viene tiene buenos modales", comenta Edgar Rojas, quien vivió por muchos años en el municipio, pero ahora lo visita al menos una vez al año pues se mudó al interior del país.

Esa seguridad es la que invita a Abel y Teresa Da Silva a sentarse todas las tardes en la plaza. "Si por mi fuera estaría aquí todos los días, pero a veces llueve y no puedo venir", comenta entre risas Teresa, quien asegura que a partir de las 4:00 de la tarde se empieza a poblar la plaza.

Pero la renovación no ha cambiado la esencia de lo que se vive en la plaza, cree Francisco Carna, vecino de Chacao. "Este es y sigue siendo un espacio para niños que vienen con sus papás, para los abuelos que vienen con los nietos, el espacio está bien, lo que hace falta es mantenerlo", dice.

La noticia de su remodelación llamó la atención de grupos como Ser Urbano, quienes convocaron hace unas semanas a un "picnic cena". "No conocíamos mucho los cambios en la plaza desde que la remodelaron, así que convocamos a la gente. A mí en particular siempre me ha parecido espectacular, es vibrante y activa, como debe ser todo espacio público", cuenta José Orozco, miembro del grupo.

Y como buenos ciudadanos, los visitantes de la plaza creen que se puede hacer aún más. Dicen que sería bueno colocar cercas que protejan a las plantas, por ejemplo, o que no se permitan partidos de futbol entre los jóvenes, que terminan arrebatando esa paz que tanto buscan los vecinos.

BEATRIZ CRUZ SALAZAR | EL UNIVERSAL domingo 9 de enero de 2011

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