jueves, 18 de octubre de 2012

Fundación Techo busca llevar modelo a todo el país

Ni la oscuridad de la noche, ni las alimañas, ni la soledad asustaban a Raúl León (41) durante los seis años en los que vivió como indigente. "Me sentía invencible, consumía droga sin control, dormía donde me agarraba la noche", relató.

Sin embargo, tuvo una segunda oportunidad. Raúl es una de las 200 personas que ha logrado recuperar su vida por completo gracias a la labor que la Fundación Techo lleva adelante desde hace ocho años. Actualmente, trabaja como educador de calle y su propósito es ayudar a más personas que estén en esa misma circunstancia.

Morella Gómez, directora de la Fundación, afirmó que desean extrapolar la labor realizada en los municipios Chacao y Baruta en esta materia al resto del país. "Se necesita conexión entre todos los municipios para resolver el problema de fondo con una política pública coherente a nivel nacional, hacer que en toda la ciudad se cumpla la ordenanza sobre la prohibición de la mendicidad, crear casas de paso y comedores".

Señaló que la meta es contar con un Centro Techo en cada municipio de Caracas para dar una respuesta "seria e integral al problema".

Un cambio de vida: En la fundación atienden a mayores de 18 años con el deseo de cambiar su vida. El programa consta de cinco fases (evaluación, ingreso al plan, rehabilitación, reinserción laboral y familiar y seguimiento) que se cumple en alrededor de dos años, dependiendo del caso.

Promueven valores como la responsabilidad, la equidad y la justicia social. "En el programa se les enseña a los afectados que tienen derechos, pero también deberes, así que deben cumplir ciertas normas para permanecer en el programa", indicó Morella Gómez.

Acatar los horarios, participar en las actividades, no llegar bajo los efectos del alcohol o drogas son los requisitos fundamentales para poder ingresar al centro diariamente. "De esta manera se empieza a operar la voluntad de las personas. Si cumplen, saben que tendrán un sitio donde asearse, vestirse de limpio y donde podrán tener un plato de comida caliente todos los días", según explica.

La idea, una vez finalizado el programa, es contar con personas productivas, autosostenibles e integradas al sector laboral. "El programa prevé las ayudas necesarias para que esto sea posible. En todas las fases hay asesoría jurídica, psicológica y el acompañamiento necesario para que esto sea posible. Una vez culminadas las tres primeras etapas, ayudamos a que el usuario pueda incorporarse a la bolsa de trabajo, a través de alianzas que mantenemos con los gobiernos municipales", resaltó. 

DALYLA DENNERY | EL UNIVERSAL ddennery@eluniversal.com

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