lunes, 28 de mayo de 2012

En sectores de Chacao se alumbran con la luz de la Luna


“La iluminación es poca en todo el municipio, pero hay sitios que de verdad no tienen nada de luz; no sé a quién reclamar, si a la Alcaldía o a Corpoelec”, sentencia Luisa Pérez, vecina del barrio El Pedregal, en Chacao.

Últimamente los vecinos han llamado la atención sobre los problemas de iluminación en todo el municipio, pero sin duda las zonas cercanas al Parque Nacional El Ávila, es decir, La Castellana y Los Palos Grandes son las que menos iluminadas están.

En El Pedregal, la situación es otra. Todos los focos tenían luz pero para sus habitantes no es suficiente. Elena Araujo insiste en que los bombillos están opacos y a veces se apagan a las 9 pm y vuelven a encenderse cerca de las 11 pm, cuando ya todo está muy oscuro por los alrededores.

Agrega Araujo que acostumbra comprar pan en un establecimiento ubicado en La Castellana, “pero caminar hasta allá abajo se ha vuelto peligroso, porque no hay luz en todo el recorrido”.

La falta de poda de los árboles, así como la falta de mantenimiento en los bombillos, salta a la vista al recorrer el municipio. Por esa razón, la alcaldía ha dispuesto unos avisos en los cuales pide a los vecinos llamar a Corpoelec en caso de emergencia.

A finales del año pasado, el alcalde Emilio Graterón, entregó a los consejos comunales reflectores para paliar los inconvenientes de iluminación en el municipio. Sin embargo, según los especialistas, los reflectores son luces incandescentes y, por tanto, consumen más energía que los bombillos fluorescentes, cuya colocación es responsabilidad de Corpoelec.

La Francisco de Miranda también presenta tramos donde hay varios focos quemados en una sola cuadra, la poca luz la dan los reflectores que vecinos y comerciantes han colocado estratégicamente en conjuntos residenciales y en negocios.

En Penumbras: En La Castellana, la calle Santa Teresa de Jesús y las transversales no cuentan con iluminación de los postes, sólo hay algunos reflectores en casas y comercios. Tampoco se salvan las calles cercanas a la avenida Francisco de Miranda. La gente camina rapidito hacia las paradas de los buses, y muchos se excusan de estar muy apurados, “me va a agarrar. Las calles cercanas al Country Club se alumbran con la luz de la Luna y de los escasos vehículos que por allí circulan, muy tarde la noche”.

Yngrid Yohanna Rojas | Últimas Noticias
yyrojas@cadena-capriles.com

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