Caracas al igual que muchas otras metrópolis del mundo esta tapizada con la firma de varios artistas callejeros, podemos observar, que el estilo arriesgado de estos autores es cada vez más osado, y a la hora de pintar en Caracas no existen reglas.
No hay quién se escape a la marca del spray: fachadas de edificios, murales de casas y avisos de tránsito son víctimas diarias del graffiti el cual tiene como fin pintar en el punto más alto para ganar un respeto entre los demás. A pesar de los muchos esfuerzos que se han hecho, hoy son cada vez más los lugares de la capital que han sido rayados sin autorización.
"La esencia del graffiti es hacerlo underground, para muchos es una competencia, es demostrar quién ha rayado más, la mayoría lo que quieren es darse a conocer", comentó un graffitero anónimo, quién explicó que si alguien pinta sobre lo que otro pintó es considerado una falta de respeto, "por esto se crea una pelea entre las dos personas a la cual llamamos "Beef", este mundo es mas complejo de lo que parece".
Hay otro concepto que se codea junto a los graffitis en las calles de la capital, que según sus artistas es menos agresor. Se trata del uso de Stencils (plantillas para pintar) o afiches que hacen una crítica política o social.
"Estos son mensajes que no deberían tener límite", comenta Fe, artista callejero, el cual utiliza afiches de cuadros ya existentes, "es como sacar un museo a la calle" dice "la idea de lo que hago es que sea visible y deje un mensaje, rayar por invadir, da a la ciudad una imagen de baño público". Por otro lado se han ofrecido varias opciones, con el fin de disminuir que sean rayados los espacios públicos y privados.
Los municipios han ofrecido espacios a los artistas para que puedan plasmar sus obras a lo largo de distintos murales. Además de estos espacios, se han organizado diferentes exposiciones y festivales para mostrar abiertamente el talento. Sin embargo estas iniciativas no han sido suficientes para disuadir a los graffiteros de dejar de pintar en espacios no legales, esto se debe a varias razones, principalmente hay muchos de ellos que consideran que "el graffiti legal es vender la cultura".
Más allá de este mundo y la influencia que tiene en los que forman parte de él, este problema se debe también al poco control y a la falta de sanciones que existen, porque son muy pocos los municipios que tienen ordenanzas de regulación del graffiti. Por otro lado tampoco existe ningún tipo de regulación a la hora de vender los sprays en las ferreterías, el único impedimento a la hora de adquirir la pintura es para los menores de edad.
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