miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Parque La Mansión visto por un catalán

Parque Guell, Barcelona-España

"Me dirijo a todos ustedes en calidad de extranjero residiendo en Caracas. Me defino de este modo porque apenas hace 4 meses que me instalé por motivos profesionales en esta ciudad y país. Conocía poco de este país, Chávez, petróleo y bellas mujeres es el estereotipo exportado, desconocía las maravillas naturales que forman parte de este, desconocía el carácter afable de sus gentes, sus playas, el clima, pretendí llegar sin prejuicios políticos y decidido a entender la idiosincrasia venezolana con el simple transcurso de los años a través de la interacción con sus gentes, trabajando y viajando.

No es mi intención posicionarme pero he de confesar que llegué con mis dos perros, perros que ya me han acompañado en varios continentes. Fui afortunado y pude instalarme en Chacao, en La Castellana, zona teóricamente segura y con una buena gestión por parte de la Alcaldía respecto a servicios, seguridad, limpieza e infraestructuras en comparación con otros distritos de la ciudad.

Cada día salía a pasear con mis dos perros y preguntaba dónde podía encontrar un parque público dónde poder desestresarme, que se desestresasen mis perros, y conversar con los que son mis vecinos. Lo que siempre he hecho desde que era un niño en mi ciudad. Esta parte de la ciudad es bonita, a los pies de esta impresionante montaña, pero no entendía cómo las aceras eran tan estrechas, tenía que estar pendiente del tráfico, en resumen, acostumbrarme a vivir en una ciudad donde los carros tienen preferencia a las personas. Al final encontré el Parque de la Mansión y me pude sentir como en casa, Barcelona, en un parque público, cuidado, compartiendo su espacio con personas y animales simultáneamente. El resto de acontecimientos hasta la fecha no creo que haga falta recordarlos.

Con todas estas palabras sólo quiero transmitir que es una verdadera lástima que las dos partes involucradas en este conflicto no puedan ponerse de acuerdo o resignarse a acatar las decisiones tomadas por la Alcaldía de Chacao.

Sería un gran paso adelante, un pequeño ejemplo que a todos nos dignificaría. ¿Cómo se puede mejorar el rumbo que sigue este bello país sin poder llegar a un acuerdo entre dos partes, no agresivas, las cuáles reclaman el disfrute de un parque público entre los diferentes perfiles de usuarios?.

Tienen razón los que no quieren ver mascotas cerca de sus hijos, tienen razón los que les moleste ver restos de orina y heces en el parque, pero también tienen razón los que argumentan que el parque fuera de la etapa vacacional escolar está, la mayoría del tiempo, vacío.

¿No creen que es fácil llegar a un acuerdo que satisfaga a las partes sin continuar unos desacatando la resolución de la Alcaldía y otros aislándose en su único posicionamiento en este insignificante conflicto?

¿No creen los dueños de las mascotas que pueden mejorar y poner todo su empeño para que el comportamiento y hábitos de su mascotas hieran menos sensibilidades y que incluso atraigan la simpatía de los que no los quieren ver?

La responsabilidad y el respeto mutuo hacia autoridades son valores éticos que hay que darles la importancia que se merecen. En una negociación siempre hay que ceder, unos y otros, en este caso sinceramente creo que la decisión tomada por la Alcaldía podría haber sido más valiente e innovadora. Pero la respeto.

Mientras tanto continúo paseando mis perros por las calles de Chacao y se escribirán decenas de correos electrónicos sobre lo mismo. Cada uno mirando por lo suyo.

Una disculpa si he podido molestar a alguien con mis palabras, de corazón.

Bona nit,"

Joan Sans

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