En los últimos 10 años, según la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos (Apiur), en Venezuela se han desarrollado 22 mil invasiones en espacios urbanos, rurales, públicos, privados y en parque nacionales.
Sólo en el parque Waraira Repano están ocupadas 21 de las 84 que tiene desde La Guaira, pasando por Caracas hasta llegar a los predios de Guatire-Guarenas.
Roberto Orta Poleo, directivo de Apiur, dijo que además del Waraira Repano, otros parques como el Vicente Emilio Sojo (donde hay más 200 familias), Vinicio Adames, Herri Pittier y el parque Macarao, están siendo afectados por las tomas ilegales. La deforestación, la emigración de la fauna y el daño a los manantiales y surcos de aguas limpias son un problema evidente.
Otras zonas verdes que no están protegidas por la legislación nacional, y que tienen severos signos de deforestación son las montañas de La Vega, la vía hacia la Panamericana (hasta el kilómetro 6), las cercanías de la autopista Regional del Centro (con énfasis en los kilómetros 9, 10 y 11) la subida hacia El Junquito, (que es una de las invasiones más grandes de Caracas) y toda la zona de Gramovén Catia, la cual además es un área de altísimo riesgo geológico.
En estos espacios se ven construcciones muy empíricas con ausencia de servicios básicos. El brote de aguas servidas y el desarrollo de vertederos de basura incontrolados son los principales problemas de estas ocupaciones ilegales.
Mabel Sarmiento Garmendia, Ultimas Noticias
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