Tres años después de haberse iniciado las obras es que toma forma la silueta del Leander, una réplica del barco en el que Francisco Miranda arribó a Venezuela el 3 de agosto de 1806 y que sustituirá a la Nao Santa María en el Parque del Este.
El Leander fue la corbeta utilizada por Francisco de Miranda durante su primera expedición a Venezuela en 1806. Tenía un armamento de entre 17 y 18 cañones y desplazaba unas 200 toneladas. Fue construida en 1800 por Stel Alcarguel, Greenock, Escocia, para Buchanan, Steven & Co., de Glasgow, luego llamada Dennistoun, Buchanan & Co. Había servido de buque mercante y también para el contrabando de armas con Haití. En su última invasión filibustera fue apresado en 1803, en aguas de Barbados, por un corsario francés que lo llevó a la Isla de Guadalupe, posesión francesa, y allí fue comprado por una casa de Nueva York e inscrito bajo bandera norteamericana.
Fue contratada en Nueva York por Francisco de Miranda en 1805 con la ayuda del Coronel William Steuben Smith, inspector de dicho puerto y era propiedad del armador norteamericano Samuel G. Ogden. Supuestamente tenía un nombre diferente, y fue rebautizada por Miranda en honor a su hijo Leandro.
Tras el fracaso de la misión de Miranda, el Leander llegó a Trinidad junto a la fragata HMS Seine de bandera británica, donde fue puesta en deposito para pagar por costas junto a toda su carga. Finalmente, fue vendida en subasta pública y con ese dinero se pagó a los hombres que quedaban a bordo.
En el Registro de Lloyd’s correspondiente a 1810 existen unas naves de este nombre con aparejo de fragata, construida en Escocia (en un astillero que aparece abreviado como Grene) alrededor de 1799, de 185 toneladas, con calado de 13 pies. Es probable que esta nave fuera la antigua embarcación de Miranda.
El proyecto, que según las personas que laboran en el lugar deber estar listo para finales del próximo mes (se pidió información oficial a Inparques pero la institución nunca respondió), ha tardado hasta ahora el doble del tiempo anunciado (18 meses, se prometió al inicio de los trabajos en julio de 2008) y terminará siendo mucho más modesto, pues no se construirá el museo subacuático de dos pisos.
Cuando a finales del año pasado el ministro de Ambiente, Alejandro Hitcher, anunció la reanudación de las obras del Leander, había afirmado también que el museo subacuático no se construiría "por ahora", aunque no ofreció explicaciones sobre este cambio respecto al proyecto original. La fosa de cuarenta metros de diámetro y seis metros de profundidad que se había excavado y que permaneció allí durante los más de quince meses que la obra permaneció paralizada por falta de recursos, volvió a ser rellenada.
Algunos usuarios consideran que se trata de un despilfarro de recursos. "Se gastó dinero de todos los venezolanos en excavar esa gigantesca fosa y ahora gastan otros millones en rellenarla y nadie responde, nadie dice nada, nadie ofrece una explicación. Al final van a tardar más de tres años para hacer un barquito de madera", dijo Raquel Scharffenorth, quien dirige el Comité de Defensa del Parque del Este.
Una compañía de suelos calculó que el trabajo de excavación que allí se realizó, la colocación de unos cuarenta pilotes y la pantalla atirantada que rodeó toda la excavación pasa los dos millones de bolívares. El cuanto al barco que está en construcción, se trata de una estructura de madera de unos treinta metros de eslora en la que se viene trabajando desde marzo pasado, cuando se retomaron las paralizadas obras.
La laguna 9 donde se está levantando esta réplica del Leander (al lado de la laguna principal, que por cierto está seca en lo que va de año), ya fue rellenada y recuperó su profundidad original de metro y medio.
Aunque las obras comenzaron en 2008, fue en enero de 2006 (año bicentenario del desembarco de Francisco de Miranda) cuando el Presidente Hugo Chávez mencionó por primera vez el proyecto del Leander. Casi que desde entonces el mismo ha enfrentado la oposición de algunos usuarios y expertos que señalan que la obra atenta contra el diseño original del Parque del Este.
La Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales emitió un comunicado en 2008 oponiéndose a los trabajos, igual que haría al año siguiente la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas (IFLA). En 2008 los usuarios intentaron un recurso de amparo que fue declarado improcedente. Introdujeron luego un recurso de nulidad a principios de 2009 cuyo resultado, tras varias tardanzas procesales, debería conocerse a final del año en curso.
En cualquier caso, lo que se estrenará en agosto (en caso de que se inaugure) será muy distinto a lo prometido: ni museo subacuático de dos pisos ni parque temático de cuatro mil metros cuadrados. Otro barco con otro nombre, sólo eso.
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