El arribo del Nazareno de San Pablo a la Parroquia San Juan Bosco de Altamira además de una celebración religiosa fue un gran encuentro comunitario, donde vecinos, que no se veían hace mucho, compartieron en el tiempo que dejaban libre los cantos y rezos dirigidos a la emblemática imagen del Cristo con la cruz a cuestas. Muchos, como Emilio Fonseca, fueron a pagar sus promesas. El septuagenario, que superó una operación de rodillas, permaneció de pie durante toda la celebración.
"Nunca había podido asistir a la tradicional peregrinación del Miércoles Santo. Pero ahora el vino a nuestro encuentro. Esta es una oportunidad única para unirnos como comunidad y renovar nuestra fe".
A los fieles que colmaron las tres naves de la iglesia y a todos los que se quedaron de pie tanto dentro como fuera del templo, el párroco de San Juan Bosco les pidió que la llegada del Nazareno fuese más que una simple visita o un acto folclórico. "Queremos que este momento, marque sus corazones, reavive la fe y reanime la esperanza".
"Es una de las imágenes más queridas de los caraqueños porque es el reflejo de lo que muchos padecen. Ven allí sus dolores, tristezas, carencias y esfuerzos a veces sobrehumanos para vivir y sobrevivir. Pero Él lleva la cruz por nosotros, nos anima y consuela", dijo el cardenal y arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, quien celebró la misa a las 12 del mediodía, en un templo abarrotado de feligreses.
Durante la homilía se exhortó a los católicos a ser proactivos en la defensa de la vida. "Debemos pedirle a Dios que destierre la violencia de nuestra sociedad, que se acaben los asesinatos, pero los ciudadanos y las autoridades deben actuar para que eso suceda. La justicia es un reto que el Señor nos plantea en nuestra vida y en todos los ámbitos", dijo el cardenal Urosa.
La imagen del Nazareno de San Pablo, que desde hace 11 años no recorría las calles de Caracas en peregrinación, salió de Altamira hacia Petare en el papamóvil, un vehículo que tiene 26 años y que ha servido para estos recorridos que se iniciaron el 12 de marzo en Catia.
Los que recibieron al Nazareno en pleno casco histórico de Petare oraron, a petición de Urosa Savino, por cuatro motivos especiales. La renovación espiritual de los caraqueños, "que viven una vida cristiana débil y fría. Que distinta sería la ciudad si viviéramos nuestra fe de verdad", dijo el cardenal.
También se pidió por la paz de Venezuela para que podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica. Se oró especialmente por el cese de la violencia y la inseguridad y por el aumento de las vocaciones sarcedotales y religiosas.
Para los petareños devotos del Nazareno fue una noche intensa pues la imagen pernoctó en el templo Dulce Nombre de Jesús. De allí parte hoy a las 9 de la mañana con destino al Centro Juvenil Don Bosco en la avenida Rómulo Gallegos en Boleíta.
El próximo fin de semana (8, 9 y 10 de abril) la imagen llegará a Sarría, urbanización Simón Rodríguez, San Bernardino, Santa Paula, La Tahona, plaza Bolívar de Baruta, y parroquia Santa Rosalía de Palermo en El Hatillo.
DELIA MENESES | EL UNIVERSAL
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