El alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, informó a través de su cuenta en Twitter, sobre el fallecimiento de Filippo Saglimbeni, quien por más de 40 años vendiera perrocalientes en la plaza Francia de Altamira, frente al Obelisco.
El perrocalentero, que en enero de 2007 fue declarado por el IPC patrimonio cultural, es recordado por su alegría, su conversa agradable y el trato amable que dispensaba a sus comensales. También por sus ricos jugos de piña y sus perros sencillos que sólo llevaban cebolla, repollo y las tres salsas.
Filippo Costa, su sobrino, atiende el puesto desde hace 40 años, cuando el septuagenario dejó el negocio. El italiano llegó a Venezuela después de la II Guerra Mundial junto a dos primos.
En 2007 fue incluido por los vecinos en el inventario que hizo el Instituto de Patrimonio Cultural de los bienes de interés de esa localidad. Lo que lo convierte en patrimonio cultural de Chacao.
"Don Filippo Saglimbeni: un italiano noble que con sus salsas y perrocalientes encarnó parte de esa Venezuela fraterna y cálida que perdimos.QEPD", así lo recordó Gustavo Villasmil, secretario de Salud de Miranda, en su cuenta en Twitter.
"Hoy (viernes) murió el gran Filippo Saglimbeni, icono de las noches de Altamira por sus perros calientes, los mejores, la ciudad entera lo recordará siempre", dijo una usuaria a través de su cuenta en Twitter (@scavinogiu)
EL UNIVERSAL sábado 19 de abril de 2014
----------------------------------------------------------------------------------
Filippo y la dinastía de perrocalenteros
Una avalancha de condolencias de 140 caracteres rindió tributo al perrocalentero más famoso de Caracas, fallecido el viernes a los 88 años de edad y quien hace 60 años inició la dinastía de la comida callejera con un puesto en forma de pan con salchicha, al que le siguió uno con toldo de rayas llamado “El perrito” y otros hechos de aluminio con un menú invariable: perros calientes, hamburguesas y jugo de piña.
Antes del viernes, Filippo también acaparó menciones en Twitter sin tener cuenta en la red social. El mes pasado alguien se preguntó qué pensaría Filippo de las batallas campales en la plaza Francia de Altamira. Hace dos años, cuando el expresidente Hugo Chávez estaba convaleciente, un tuitero postuló al siciliano como sucesor por ser ejemplo de tesón. En 2007, su nombre apareció en una Gaceta Oficial, pues fue declarado patrimonio cultural del municipio Chacao junto con el Obelisco y la misma plaza. Filippo Saglimbeni levantó una familia de tres hijos universitarios con un puesto de perrocalientes. “Trabajaba 18 horas al día, era otra Caracas. Todos los que rumbeaban terminaban ahí, venía gente de San Martín, del centro”, recuerda María, una de sus sobrinas.
Filippo atendió el negocio hasta finales de los años noventa, cuando se lo encargó a su cuñado Filippo Costa, que desde hace 15 años se reparte el trabajo con Antonio Saglimbeni, hijo del Filippo inicial.
Con el pase de testigo –o de perrocaliente– Filippo no se retiró. Franco, su hijo, recuerda que hace menos de un mes lo fotografió con una pala frisando la casa, cuidaba una parra que da entrada a ella e iba y venía por Los Palos Grandes y Altamira. “Pensamos que duraría más, era muy sano, aunque se comía una pizza con coca cola a las 11 de la noche. Al menos se fue con los grandes, con Feliciano, Mayra Alejandra y García Márquez”.
FLORANTONIA SINGER 19 DE ABRIL 2014 EL NACIONAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario