Tras meses de conversaciones y mesas de trabajo, la Asociación de Residentes de la Urbanización La Floresta, logró finalmente concretar un Reglamento de Uso y Funcionamiento del Parque Aruflo que se firmó en febrero de este año. Sin embargo, consideran que su aplicación no se podrá hacer de manera cabal hasta tanto se instale una cerca protectora.
Marianella de Ostili, presidente de Aruflo, asegura que fue en diciembre de 2011 cuando el alcalde Emilio Graterón les ratificó que contaba con los recursos para llevar a cabo el proyecto. El dispositivo sería de 1,20 metros de altura y se extendería a lo largo de los 500 metros lineales que tiene el espacio verde. La propuesta fue respaldada en 2010 por 98% de los asistentes a una asamblea de ciudadanos, y ha sido la petición permanente tanto de Aruflo como del Comité de Usuarios del parque.
En cuanto a la normativa aprobada, destaca que fue el producto del consenso debido al reiterado incumplimiento de las ordenanzas sobre tenencia de mascotas y uso de espacios públicos que se venían cometiendo en este parque, patrimonio de La Floresta desde 1962.
Entre las reglas destacan que el parque tendrá un horario de 5:00 a.m. a 10:00 p.m.; que no está permitido el desarrollo de actividades comerciales, ni el alquiler de sus áreas. También está prohibido fumar, ingerir bebidas alcohólicas, colocar música con alto volumen, la filmación de comerciales y la realización de fiestas.
En el artículo 18 queda expresamente prohibido el ingreso de mascotas, medida que podrá aplicarse de forma efectiva no solo con la cerca sino con la figura del guardián de parques.
De Ostili no ignora que esta regla será un trago amargo para muchos visitantes, pues el parque recibe más de 70 canes todas las tardes. Sin embargo, circunstancias como el deterioro de la grama y los jardines, así como el peligro que las mascotas representan para niños, personas mayores y enfermas (usuarios frecuentes) obligaron a tomar esta decisión.
"Este es un parque contemplativo, no para mascotas. Es municipal pero siempre ha tenido el ojo avisor de los vecinos porque fuimos nosotros quienes sembramos lo que hay allí", dice sobre el área de 17.093 m2 en la que se encuentran más de 40 especies arbóreas.
Adicionalmente la proliferación de pulgas y garrapatas ha perjudicado a sus visitantes infantiles y por eso delimitaron la plazoleta para niños con carteles que indican que allí no están permitidas las mascotas; no obstante, pocos lo respetan.
En paralelo, Rafael Rodríguez, director de Justicia Municipal, asegura que tras la aprobación de la norma se logró eliminar la actividad comercial en el parque y que la policía ha intensificado el patrullaje. Asimismo, Protección Civil vela porque los tenedores de mascotas cumplan con las ordenanzas en esta materia.
Sobre la colocación de la cerca opina sin comprometer a la alcaldía: "La obra que se pide es un cerramiento de medio kilómetro, que debe ser sometida al conocimiento del Consejo Local de Planificación Pública (CLPP), como parte de un presupuesto que se otorga para infraestructura".
ANYIMAR COVA LUGO | EL UNIVERSAL
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