Lo estimado era reunir a 30 mil personas andando entre las 13 estaciones del Festival "Por el medio de la calle", que ayer arribó a su sexta edición. Y si bien no hubo quien llevara la cuenta, el caminar lento, casi de procesión, que a ratos daba la multitud, quizá permita decir que se cumplió la meta.
Una vez más la ciudadanía se lanzó a la calle para disfrutar de una actividad ideada para que el caraqueño se reencuentre con el espacio público. A las 5:00 pm arrancó el evento cuyas confirmaciones de asistencia se dieron desde bien temprano a través de las redes sociales. No fue el ambicioso y desperdigado circuito de 2010 a lo que apostaron la Fundación Plátano Verde y la Alcaldía de Chacao para este año. El recorrido fue más bien corto y, si bien fue difícil con gente caminando en todos los sentidos, tuvo opciones para todos.
En total 160 propuestas artísticas que contemplaron teatro, danza, circo, música, fotografía, plástica, literatura, diseño, se ejecutaron por nacionales y foráneos de Alemania, Francia, España y Noruega. La seguridad estuvo a cargo de 500 funcionarios.
Fue en la plaza Isabel La Católica (La Castellana) donde se congregaron los amantes del género urbano. Pasadas las 8:00 pm, las manos iban de arriba a abajo con el ritmo de Fuerza pal' latino de 4to Poder mientras que a unos metros de distancia, en la avenida San Felipe, las fusiones musicales calentaron los cuerpos de quienes se quedaron en La Guataca.
En el punto tres, justo al lado de Chacao Bistrot, el vino que se servía directamente desde bolsos y carteras dio un toque romántico a la velada amenizada por seis cantautores. Fue en el mercado municipal donde se juntaron muestras de diseño y gastronomía; aun cuando fue éste la última opción de quienes buscaron aire fresco y alejarse del calor.
La calle Miranda prestó su asfalto y paredes como lienzo para quienes escribieron mensajes de paz, y también para instalaciones urbanas hechas con parques de bolsillo y torres de papel. Por su parte la avenida Ávila fue la vitrina de fotógrafos y pintores que robaron más de un "uy" y un "miiiira" de los asistentes. El sosiego estuvo en la plaza Bolívar donde padres e hijos pasearon tranquilamente entre colchones inflables.
Rostros anónimos se compenetraron con otros reconocidos como el del alcalde Emilio Graterón o el dirigente político Leopoldo López, quien incluso recibió felicitaciones de algunos.
Convivencia y tolerancia hubo aunque, a medida que avanzó la noche, en más de una ocasión los roces se convirtieron en empujones de quienes ya tenían más que un par de tragos encima. No hubo baños suficientes ni ley antitabaco que valiera, y más de un vivo vendió bebidas sin autorización.
Y es que cada edición tiene sus altibajos pero aún así, todos los años muchos esperan toparse por el medio de la calle.
ANYIMAR COVA LUGO | EL UNIVERSAL
domingo 18 de septiembre de 2011
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