Miles de participantes de planes vacacionales, familias y corredores. En total, los 300 mil usuarios que visitan cada semana el Parque del Este se disputaron el baño del cafetín 1 en toda la temporada vacacional. Nadie se explica por qué los gerentes del espacio escogieron el asueto para comenzar a reparar 10 de los 11 sanitarios, pero lo cierto es que todavía no están listos.
La solución fue instalar 40 baños portátiles, pero con un uso tan intensivo que las incomodidades no se hicieron esperar: "Voy corriendo y me trago todo el olor, siento que ando por los alrededores de un pozo séptico, sobre todo en el circuito que está cerca de la estación de la Guardia Nacional", cuenta Damieta Farrera, quien entrena en el parque desde 2003.
Para ella, el asunto de los baños es apenas un detalle: "Yo veo el parque como cuando se está haciendo una mala reconstrucción. Están trabajando, es verdad, pero muy lento y sin planificación. El parque perdió su cuerpo", aseguró.
Las autoridades de Inparques habían prometido que para el 10 de agosto el problema de los baños estaría solventado, pero no ofrecen información ni de por qué no cumplieron ese plazo ni sobre el resto de los trabajos que están adelantando. El director del parque, Carlos Mayora, indicó vía telefónica que no podía dar declaraciones.
El mecanismo de solicitud de información es enviar una carta, pero nunca la responden. A las 5 de la tarde de ayer, Inparques envió a El Universal una nota de prensa en la que aseguran que se han colocado 2 mil metros de grama, instalado 145 bancos de cemento y recuperado mil metros de caminería. Asimismo, se han acondicionado las canchas, el Infocentro y la biblioteca.
"Lo lamentable es que muchos de los trabajos son tipo chapuza. Abren zanjas para instalar tuberías y pasan semanas y no ponen nada. Tampoco hay transparencia en los recursos que se invierten", aseguró Raquel Scharffenorth, del Comité de Usuarios.
Anabela Gabaldón, usuaria, coincide en que los problemas gerenciales del espacio saltan a la vista y opina que se ha "salvado" por su belleza natural: "Sin hacerle nada, el parque es bello, qué increíble sería si recibiera un mantenimiento adecuado", afirma.
Justo esa es la solicitud de los integrantes del Comité: que las reparaciones se confíen a arquitectos paisajistas, como merece un patrimonio cultural (el parque recibió el título en 1998). "Como si fuera un restaurador para una obra de arte", asegura Raquel Scharffenorth.
Según el comunicado de Inparques, el espacio será "el primer parque temático de la ciudad", con el Leander como protagonista. A tres años y tres meses de iniciar su construcción, la réplica del buque en el que arribó Francisco de Miranda a Venezuela el 3 de agosto de 1806 ya está en pie. La Nao Santa María que ocupaba ese lugar ya quedó en el recuerdo y, según un obrero, los trabajos apresurados en el parque obedecen a que la inauguración será el 12 de octubre.
El resultado de 18 millones de bolívares de inversión no será un museo subacuático de dos pisos, sino algo más modesto: una estructura de madera de 10 metros de alto. Eso sí, con posibilidad de recorrerlo por dentro y ver algunas exposiciones. La fosa de cuarenta metros de diámetro y seis metros de profundidad que se había excavado y que permaneció allí durante quince meses volvió a ser rellenada: "Allí hay 55 enormes pilotes bajo tierra. Ese dinero, que se pudo haber empleado en rescatar un parque tan importante para los caraqueños, quedó enterrado", aseguró Scharffenorth.
MAYE ALBORNOZ | EL UNIVERSAL, sábado 24 de septiembre de 2011
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