El 23 de marzo nacieron en Los Chorros seis cachorros con pedigrí. "¿Es de Venezuela? ¿esa perra es de Venezuela? ¿de verdad?". En el criadero de Slaton, Ohio (Estados Unidos), uno de los más reconocidos criaderos de san bernardos, no podían creer que aquel ejemplar tuviese unos dueños venezolanos. Pero sí, Alexánder Madera y Cecilia Salas, dueños de Martigny, una san bernardo que en marzo obtuvo el campeonato americano de esta raza, son venezolanos. Desde hace varios años, esta pareja lucha por meter a Venezuela en el mapa mundial de los san bernardo, y el pasado 23 de marzo (poco después de lograr el campeonato americano) hicieron realidad un sueño que acariciaban desde hacía mucho tiempo: ese día, por primera vez en muchísimos años, nacieron en Venezuela, vía cesárea, los primeros perros de esta raza con pedigrí, con un linaje comprobado que se remonta a por lo menos cuatro generaciones atrás. Lograr conseguirle un padre a Martigny (de cuatro años y comprada en Colombia en el reconocido criadero Tashkas Kennel) fue toda una odisea, y finalmente sus dueños optaron por uno que murió en 1996. Los perros, claro, nunca llegaron a conocerse, pues lo que se hizo fue utilizar el esperma congelado de Sport, un ejemplar del criadero Slaton Saints que había sido ganador del premio de la raza en Westminster el mismo año en que murió. Los dueños de Martigny debieron pagar 1.500 dólares por el semen y 1.097 por los gastos de la implantación intrauterina, pero los inconvenientes no terminaron allí. Debido al estrés del viaje el celo se le atrasó y Martigny no pudo ser inseminada en octubre, como estaba planeado, por lo que sus dueños optaron por regresar a Venezuela y dejarla a ella en Ohio, donde finalmente fue inseminada el 22 de enero, para dar a luz dos meses después a seis cachorros, cinco machos y una hembra. El interés de Madera es ahora seguir desarrollando esta raza en el país, y afirma que no tiene un afán lucrativo al criar estos perros. Desconoce aún el futuro de estos cachorros: está seguro de que se quedará con al menos dos (la hembra y alguno de los machos), pero no sabe muy bien en qué condiciones, pues ya la casa se le ha hecho pequeña para los tres que tiene en la actualidad. Incluso ha tratado de contactar a quienes dirigen el criadero de perros Mucuchíes que está cercado al hotel Humboldt para ver la posibilidad de que dos de estos cachorros sean cuidados en ese lugar. En cuanto a los demás cachorros, ya ha tenido contacto con algunas personas, tanto en el país como en Estados Unidos, que tienen los medios y la disposición para criar un san bernardo con todos los cuidados que requiere. Hay que tomar en cuenta que se trata de una raza que requiere de cuidados permanentes: una habitación con aire acondicionado, comida de primera calidad y algunos detalles tan pequeños como importantes: estos perros no pueden estar demasiado tiempo en piso de granito o mármol, por ejemplo, pues tienden a resbalarse por su gran peso y eso les puede generar problemas óseos. Javier Brassesco EL UNIVERSAL
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