El proyecto promete mejorar el espacio para llevar la capacidad del Estacionamiento de la Plaza Altamira a 368 puestos, en octubre de 2010.
Ya no habrá más sótanos oscuros. Tampoco techos goteando ni salidas de emergencia con hedor a excremento. Al olvido quedarán las dispensadoras de tickets dañadas, las luces de emergencia quemadas o los baños sin piezas sanitarias. Al menos, esa es la intención que tiene la Alcaldía de Chacao con el proyecto de rehabilitación del estacionamiento de la plaza de Altamira, el cual promete una mejora integral del espacio en un lapso no mayor a 15 meses. Se supo que las condiciones inadecuadas del estacionamiento llevaron a su cierre el pasado 28 de mayo, por orden del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales. Tal contingencia obligó a la Alcaldía a sacar a la luz el plan de recuperación que venía desarrollando desde 2007 y que ahora adquiere carácter de urgencia.
Cristina Weber, directora de la Oficina Local de Planeamiento Urbano de la Alcaldía de Chacao, explicó que el proyecto comprende la remodelación general de las instalaciones y de los equipos. Ello implicará mejoras en la iluminación, en las redes de recolección superficial de aguas, la construcción del nuevo tanque, la instalación de ductería de extracción mecánica y ventilación. "El estacionamiento no está para hacerle más rehabilitaciones o aplicarle paños calientes. Por eso, el proyecto se concibió como un proyecto integral", afirmó Weber. "Estos trabajos nos permitirán -entre otras cosas- recuperar el sótano 3 y así aumentar la capacidad de 242 a 368 puestos", acotó. Aparte, esta propuesta de la Alcaldía de Chacao comprende la construcción de unos volúmenes de acceso a las escaleras, con el objeto de evitar el escape de la ventilación. Dicho modelo ya cuenta con la aprobación del Instituto de Patrimonio Cultural, por tratarse de un bien de interés cultural del municipio.
Vale mencionar que éste no constituye el único intento por tratar de recuperar un espacio, que originalmente no cumplía con los requisitos técnicos para este tipo de servicios. Entre 2005 y 2006 hubo dos licitaciones para el otorgamiento en concesión. Pero ambas quedaron desiertas. De allí que la Alcaldía tuvo que asumir las obras. Ahora el problema que queda por resolver es dónde estacionarán los 248 usuarios que utilizaban ese espacio durante el tiempo que duren los trabajos.Una comisión de vecinos que se formó a propósito de la contingencia presentó a la Alcaldía varias opciones que podrían ayudar a solventar temporalmente el problema. Incluso se habló de una ayuda económica. Ya queda ver qué se concreta. mmorales@eluniversal.com
Mirelis Morales Tovar EL UNIVERSAL
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